Los artistas del siglo XV dejaron de lado el estilo gótico para unirse al movimiento italiano del renacimiento, este tomaba las obras antiguas de griegos y romanos como modelos de belleza perfecta. La arquitectura renacentista interpreta el
arte clásico e intenta imitar la estética de aquellas construcciones llevadas a cabo hace 13 siglos. Arquitectos itálicos de la Toscana son los iniciadores, ellos llevaron la vanguardia en Europa. El ideal estético consistía en considerar bellas las formas de los monumentos grecorromanos edificados en la antigüedad, esto requería volver a la raíz occidental del diseño. El nuevo pensaniento se contraponía al empleado para proyectar las
construcciones góticas, sus arquitectos fueron tildados de cultivar el feísmo en sus obras.